Enfrentados el camino se acorta.
Material,
el sonido,
el color gris.
Detrás de las cervezas las miradas se complican;
siento un delgado caliente que me inunda,
los hombres mudan de nombre,
desaparecen entre otros hombres y sonrisas,
sonrisas con jersey.
Interminable la música gotea simultánea.
Y me besas.
He mirado a otro lado
multitud de veces;
intento el lamento
pero la lluvia me camufla entre las calles.
He girado mis pasos a fuerza
y siempre abro la misma puerta.
La vez se renueva
pero mi edad ya es un tiempo en desfase.
Otros brazos me brindan manos traviesas
y sin embargo
el navío se pierde en mí.
Vuelvo a ser.
Cruzo la estepa.